lunes, 30 de junio de 2008

IGUALDAD, HASTA EN EL PARTO

(Vacapress) La cruzada antidiscriminatoria del gobierno de Rodríguez Zapatero amenaza con no detenerse ni ante las mismas reglas de la Genética. Según informaciones recogidas en la redacción, el Ministerio de Igualdad está ultimando un decreto, con rango de ley, por el cual se prohibirá que, en los casos de parto múltiple, las criaturitas resultantes sean todas del mismo sexo.

“Es que, aprovechando este vacío legal, las familias de ciertos estratos sociales se están llenando de niños varones, haciendo que las mujeres estén en minoría y, por tanto, no puedan defenderse de la discriminación a la que se ven abocadas”, se justifica la flamante ministra de Igualdad, Bibiana Aído. A lo que el presidente del Gobierno corrobora con la mejor de sus sonrisas, y la sugerencia de incluir este punto dentro del programa de la Alianza de Civilizaciones.

En vano se ha alegado, repetidas veces, que los gemelos univitelinos son genéticamente idénticos y que, por tanto, es imposible que sean de sexos diferentes, el Gobierno considera que esto es una campaña de intoxicación promovida por el PP, el Mundo y la cadena COPE.

Lo que todavía no se ha precisado es el régimen de sanciones al que serán sometidos los padres que incumplan la norma. Cuando lo sepamos, seguiremos informando.

jueves, 26 de junio de 2008

VUELVEN LAS TREPANACIONES

(Vacapress) Por increíble que parezca, esta aberrante práctica, que se creía confinada en los rincones más oscuros de la Historia de la Humanidad, está a punto de volver a algunos hospitales de la Comunidad de Madrid. Concretamente, a los nuevos que se están haciendo, cuya gestión está en manos privadas.

En declaraciones a esta agencia, Arsenio Sacamuelas, encargado de la Consejería de Sanidad del gobierno de Esperanza Aguirre, explicó que “Este método es mucho más efectivo de lo que la gente piensa. Aunque las novelitas históricas, tan en boga hoy en día, lo han desacreditado, si el médico era bueno la tasa de supervivencia se acercaba al setenta por ciento. Y, además, es un procedimiento sumamente eficaz para la cura de ciertas enfermedades, como la migraña, la encefalitis o la dermatitis seborreica”.

La redacción se pregunta si este afán no se deberá, más bien, a lo sumamente económico que es este procedimiento quirúrgico, que no requiere complicados aparatos electrónicos ni sofisticadas exploraciones previas.

En fin, seguiremos informando.

martes, 24 de junio de 2008

VEINTE AÑOS SIN LEVANTARSE DE LA MESA

(Vacapress) Pese al fabuloso desarrollo económico experimentado por Irlanda en los últimos años, pese a que, en algunos barrios de Dublín, empieza a ser difícil encontrarse con un pelirrojo abrazado a una pinta de cerveza, hay cosas que nunca cambiarán en esa hermosa isla. Sin ir más lejos, el otro día salió a la luz el caso de Seamus O’Flynn, a quien su madre, hiberniana de pura cepa, impidió levantarse de la mesa de su comedor durante veinte largos años.

Según se cuenta en los mentideros de la calle O’Conell, el niño Seamus (pues en la época en la que estamos, a mediados de los ochenta, hace poco que ha celebrado su primera comunión), de paladar muy delicado para lo que se estila en esas tierras, se atrevió a comentarle a su madre que el suculento estofado irlandés que le había preparado tenía demasiada sal para su gusto. A lo que la buena señora le respondió, rodillo en ristre, que de ahí no se levantaba hasta que hubiera terminado su comida. El querubín, colérico y orgulloso como mandaban sus recios genes celtas, alejó el plato de sí, puso el gesto más enfurruñado de su repertorio y, sin pronunciar palabra alguna, hundió los codos en la mesa. Y así estuvieron ambos, mirándose fijamente y sin dar su brazo a torcer, hasta que, dos decenios más tarde, la buena señora se dio cuenta de que su estofado, si no lo era ya antes, se había vuelto absolutamente incomible, y lo acabó arrojando a la basura.

El actualmente joven O’Flynn, al ser preguntado por el incidente, prorrumpió en una larga serie de “aaaags”, “oooogs” y otros incomprensibles fonemas gaélicos, y terminó la entrevista explicando que le esperaban para cenar. La redacción espera que su madre, en todo este tiempo, haya mejorado su técnica culinaria.

Es reconfortante constatar que, pese a tanto cambio tecnológico, pese a tanto desarrollo económico, Irlanda sigue siendo, en esencia, la aldea llena de entrañables brutos de “El hombre tranquilo”. Urbanos y “yuppies” y lo que se quiera, pero burros hasta la muerte.