sábado, 16 de agosto de 2008

EL PRIMER DOMINGUERO ESPACIAL, LISTO PARA INICIAR SU VIAJE

(Vacapress) En la base de Cabo Cañaveral (Florida), están que no se lo creen. En lugar de los típicos instrumentos científicos y cápsulas alimentarias de las demás expediciones, los depósitos de la nave espacial “Queen Leti” están cargados con objetos de lo más variopinto: radiocasetes con las obras completas de los Chichos, los Changuitos y el Fary; una barbacoa, con unas cuantas bolsas de carbones y varios kilos de embutidos a juego; camisetas, gorritos y bufandas de un montón de equipos de fútbol; dos decenas de cámaras fotográficas de usar y tiras; cien mil latas de cerveza; y un largo etcétera imposible de pormenorizar aquí.

El comandante Edwin Stardust, experimentado piloto al que la NASA ha confiado la nave, explica el porqué de estas peculiaridades: el objetivo de esta misión, son sus palabras textuales, no es descubrir nuevos mundos ni expandir las fronteras del conocimiento humano, sino permitir al hortera del multimillonario Multipastis Gilygill que se dé un paseíto por el espacio exterior. Y, si el mastuerzo ese deja hechos un cristo los merenderos a los que va, no iba a ser menos con los planetas y las estrellas.

Viendo el clima de resentimiento reinante entre la tripulación, no sería de extrañar que se acabaran amotinando, y que le dejaran al personaje en un asteroide, con todos sus implementos nauseabundos y una pistola con una bala dentro. Sea como fuere, esta agencia de noticias no se perderá una coma de lo que pase.

1 comentario:

Serio Y. Pérez dijo...

Imagino que al regreso traerá como souvernir alguna pieza clave de la nave espacial, substraída en un descuido de la tripulación, y por supuesto, asegurará que el tiempo de viaje le bastó para lograr dominar el inglés, y no escatimará ejemplos para demostrarlo.