La última decisión del Ministerio de Medio Ambiente está levantando ampollas. En su afán por limitar las emisiones de gases de efecto invernadero, el departamento ha prohibido a los trastornados ejecutar sus crímenes con pequeños artefactos con motor de gasolina. No solo motosierras, sino cortadoras de césped y barredoras de hojas pasarán a estar fuera de los límites de los asesinos psicópatas, que ven reducido considerablemente su margen de acción.
“Sí, es cierto, podemos usar sierras de mano”, alega Norman Psychokiller, presidente de la Asociación de Asesinos con Problemas Mentales (AAPM). “Pero el efecto intimidador, esencial para nuestros crímenes, se pierde. Imagínese usted que le ataca uno de nosotros armado con una segueta. ¿Qué sentiría usted, miedo o más bien risa?”, prosigue mientras amenaza a este redactor con una lata de pulpo a la gallega.
Lamentablemente, no parece que al ministerio le importe un bledo la pérdida del ancestral modo de vida de este colectivo.