LA ESTRELLA DE LA MUERTE, SUSPENDIDA EN LA ITV

Algo huele a podrido en el Imperio Galáctico. El proyecto estrella, tanto del Emperador como de Darth Vader, en el que han dilapidado buena parte de los Presupuestos Imperiales de los últimos años, ha quedado herido de muerte, y habrá que ver si consigue recuperarse. Al parecer, la estación espacial emitía bastante más contaminantes de los permitidos, y solo podrá circular hasta algún taller donde le arreglen este defecto.

Frente al desconcierto de las autoridades imperiales, que atribuyen el suceso a un sabotaje wookie, en la Alianza Rebelde se frotan las manos. “Esto es debido a lo poco que se preocupan por el Medio Ambiente las tropas de asalto imperiales”, comenta Jorgiñolucas Andador dos Cielos, portavoz de la Asociación de Jedis de Cambados. “Si en lugar de tantos cañones de iones usaran espadas láser biodegradables, como nosotros, otro gallo espacial les cantaría, hombre”.

Mientras se arregla la cosa, los planetas que iban a ser destruidos por la estación espacial son una pura fiesta, y las acciones de la Fuerza están subiendo como la espuma.

SE CUELAN EN DISCOTECAS MEDIANTE CAPAS DE INVISIBILIDAD

Los porteros de discotecas están que echan humo. Según nos explica Allstopper Youcannotpass, presidente del Sindicato de Vigilantes de Tugurios (SVT), una panda de desaprensivos se está valiendo de capas de invisibilidad –del estilo de las de Harry Potter – para entrar en locales nocturnos sin pasar el preceptivo control de indumentaria. “Se están colando con deportivas y calcetines blancos, y uno llegó al extremo de entrar disfrazado de Marlene Dietrich”. No se quedan en eso sus fechorías, pues, aprovechándose de su invisibilidad, algunos se meten detrás de las barras, pellizcan el culo de las camareras y, lo que es peor, se sirven copas gratis.

“Las boas constrictor ven a través de las capas, con lo que, si el Gobierno nos dejara importarlas, acabarían en un santiamén con el problema”, explica el presidente del SVT. “Lo que pasa es que estos sociatas no quieren resolver los problemas del país, lo único que les preocupa es que los gamberros son potenciales votantes suyos. Pero ya verán, cuando haya políticos a los que no les tiemble la mano en la Moncloa. Se van a enterar”.

Pero, entre tanto, sigue aumentando la demanda de capas en los “outlets” y en las tiendas de chinos –puesto que están rigurosamente vetadas en las de ropa de marca. Los locales de elite cada vez están más llenos de intrusos, y ya no hay quien se tome una copa a salvo de la visión de espantosos calcetines blancos.

Un espanto, oye.

SE NIEGA A PASAR LA PENSIÓN A SU CAJERO AUTOMÁTICO

Increíble, pero cierto. En un inimaginable acto de crueldad, Aniceto Huchacerdín, liberado por el Sindicato de Jemeres Rojos del Ministerio de Ganchillo, se ha negado a ingresar en su antiguo cajero los seiscientos euros que le tocaba este mes. Aunque ha alegado insolvencia y un montón de excusas más, nadie se las cree.

La cosa viene de hace un año, día más, día menos, de cuando el susodicho funcionario decidió abandonar su banco de toda la vida, y cambiarse a una sucursal mucho más cercana al bar donde toma su café de once a una. Tras un complicado proceso de divorcio, el juez dictaminó que tendría que ingresar una cantidad de dinero al mes en el cajero de la antigua sucursal. Pese a que don Aniceto recurrió la sentencia, alegando que la máquina le había engañado, y había dado dinero, a sus espaldas, a miles de clientes más, el Tribunal Supremo mantuvo la sentencia, sin alterar una sola coma.

Nadie se esperaba este súbito abandono. Según palabras de uno de los empleados del banco, don Aniceto nunca había faltado a sus obligaciones. Aunque venía con muy mala cara, y se pasaba los billetes por sus partes nobles antes de entregarlos, el funcionario siempre había cumplido con sus obligaciones ciudadanas.

Las autoridades confían en que no será necesario el uso de la violencia física para que el funcionario recapacite. Si no, argumenta el Director General de Protección de Cajeros, don Contraseño Extracto, el ejemplo de ese desalmado puede cundir, y hundir el sistema de protección social de este país.

Esperemos que la sangre no llegue al río.