(Vacapress) Increíble pero cierto. Ante las dificultades para encontrar llaves maestras que puedan abrir la nueva generación de puertas blindadas, los cerrajeros de esta localidad vasca han vuelto a los métodos de sus antepasados. Cuando un vecino del pueblo pierde las llaves de su casa y se ve en la necesidad de llamar a uno de estos profesionales, este aparece con un tronco de árbol rematado por una cabeza de bronce (aunque suele ser de carnero, no siempre es así, y no es extraño encontrarnos con testas de avutarda, rinoceronte o incluso de algún personaje de la farándula), mediante la cual, en un par de golpes –en los peores casos, cinco -, abaten la puerta, de tal manera que el vecino puede entrar feliz y contento en su domicilio.
Sin embargo, esta original práctica empieza a encontrarse con dificultades. La mayor parte de las compañías de seguros se niega a correr con los gastos de reconstrucción o reemplazo de las puertas, y los pocos ecologistas que quedan por ahí se quejan airadamente de las talas masivas. “Y por qué no arrancan las farolas, pues”, sugiere Patxi Pirón, presidente y único miembro de la asociación Save the Brozas. “O las columnas de sus casas, tú”, añade furibundo.
Pero no parece que los cerrajeros de Galdácano estén dispuestos a dar su brazo a torcer. “Sí, hombre, con lo que nos ha costado fabricar estos arietes, y ahora los vamos a dejar porque lo digan los de Madrid”, explica Aitor Termitillas, secretario del gremio. Al parecer, aunque son rumores no confirmados oficialmente, los servicios jurídicos están preparando una demanda de las de aquí te espero a las aseguradoras, y no sería de extrañar que el asunto acabara en el Tribunal Constitucional.
Sea cual fuere el desarrollo de la noticia, seguiremos informando.
Sin embargo, esta original práctica empieza a encontrarse con dificultades. La mayor parte de las compañías de seguros se niega a correr con los gastos de reconstrucción o reemplazo de las puertas, y los pocos ecologistas que quedan por ahí se quejan airadamente de las talas masivas. “Y por qué no arrancan las farolas, pues”, sugiere Patxi Pirón, presidente y único miembro de la asociación Save the Brozas. “O las columnas de sus casas, tú”, añade furibundo.
Pero no parece que los cerrajeros de Galdácano estén dispuestos a dar su brazo a torcer. “Sí, hombre, con lo que nos ha costado fabricar estos arietes, y ahora los vamos a dejar porque lo digan los de Madrid”, explica Aitor Termitillas, secretario del gremio. Al parecer, aunque son rumores no confirmados oficialmente, los servicios jurídicos están preparando una demanda de las de aquí te espero a las aseguradoras, y no sería de extrañar que el asunto acabara en el Tribunal Constitucional.
Sea cual fuere el desarrollo de la noticia, seguiremos informando.
2 comentarios:
Qué grande, macho, lo que me he podido llegar a reír con las testas de avutarda :)..
Algunos cerrajeros hay que utilizan el sencillo pero efectivo sistema de abrir la puerta a cabezazos, que creen que eso de utilizar arietes es de flojos de pantalón
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