(Vacapress) Sorprendente. En este pueblo madrileño, ya no son las molestias lumbares, ni los comas etílicos de fin de semana, las causas primordiales de que los lugareños no acudan al lugar de trabajo. Desde que una colonia de alienígenas se instaló en un bloque de viviendas de protección oficial (VPO), aprovechando las facilidades que el ayuntamiento de la localidad brinda a los extranjeros, ya nada ha vuelto a ser igual.
Mwazi Fritanga, desolada ama de casa de la localidad, explica su caso a la redacción: “A mi marido Vicentín, que trabaja de camionero, los marcianos se lo llevan cada vez que se acerca con su vehículo al polígono industrial, y eso hace que sus entregas se retrasen muchísimo. Y encima, el otro día le dejaron una sonda dentro de las amígdalas, con lo que no puede masticar nada sin que se enteren en el piso nodriza. Ya no sabemos qué hacer, cuando lo denunciamos a la policía nos dicen que ellos no van a hacer nada, que cada vez que arrestan a un inmigrante los acusan de racistas y xenófobos, y que ellos así no trabajan”.
Demóstenes Picodoro, concejal de Seguridad Ciudadana del pueblo, desmiente estas informaciones. “Salvo algún pequeño problemilla debido al choque de culturas, los extraterrestres están teniendo un comportamiento modélico, y estos delitos que se les atribuyen no son más que una burda intoxicación”.
Pero, pese a las palabras del político, la realidad es que estas bajas laborales, que la Seguridad Social se niega a cubrir, están originando un grave problema a la economía de la localidad, cuya “desaceleración económica” empieza a adquirir tintes realmente dramáticos.
Nadie sabe cómo acabará este asunto pero, entre tanto, seguiremos informando.
Mwazi Fritanga, desolada ama de casa de la localidad, explica su caso a la redacción: “A mi marido Vicentín, que trabaja de camionero, los marcianos se lo llevan cada vez que se acerca con su vehículo al polígono industrial, y eso hace que sus entregas se retrasen muchísimo. Y encima, el otro día le dejaron una sonda dentro de las amígdalas, con lo que no puede masticar nada sin que se enteren en el piso nodriza. Ya no sabemos qué hacer, cuando lo denunciamos a la policía nos dicen que ellos no van a hacer nada, que cada vez que arrestan a un inmigrante los acusan de racistas y xenófobos, y que ellos así no trabajan”.
Demóstenes Picodoro, concejal de Seguridad Ciudadana del pueblo, desmiente estas informaciones. “Salvo algún pequeño problemilla debido al choque de culturas, los extraterrestres están teniendo un comportamiento modélico, y estos delitos que se les atribuyen no son más que una burda intoxicación”.
Pero, pese a las palabras del político, la realidad es que estas bajas laborales, que la Seguridad Social se niega a cubrir, están originando un grave problema a la economía de la localidad, cuya “desaceleración económica” empieza a adquirir tintes realmente dramáticos.
Nadie sabe cómo acabará este asunto pero, entre tanto, seguiremos informando.
1 comentario:
Además, la mayor parte de los marcianos son maricones, con lo que imagínense lo que pasa en las abducciones, que la gente vuelve con menos ganas de trabajar que antes y sentándose de costadillo
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