Las fuerzas de orden público se han apuntado un importante tanto. Tras meses de investigaciones, han conseguido desarticular una peligrosísima banda de nazgûls, que había saqueado un sinfín de joyerías en Madrid. Esta banda operaba con una variante del popular alunizaje: iban con sus bestias aladas a Minas Tirith, cogían a algún soldado despistado, lo traían de vuelta a Madrid, y lo estampaban contra el escaparate. Según Diamantino Corona, presidente de la Asociación de Joyeros de la capital, los asaltos de la banda había provocado que hubiera una terrible carestía de anillos, hasta el punto de que las bodas se han tenido que celebrar con arandelas.
Aunque las calles vuelven a estar mucho más seguras, hay rumores de que Sauron ha reaparecido y ha comprado varios pisos en una de las torres de Florentino, con lo cual los joyeros siguen sin poder dormir tranquilos. Los pobres.
1 comentario:
La duda que tengo es saber dónde los han metido a todos. Me tiene intrigado.
Publicar un comentario